Alberto y Clara

Clara:

16 de abril 21:31
( un día desesperado)

Querido Alberto, te acabo de escribir una carta excesiva, llena de dolor y esperanza y mi ordenador ha decidido bloquearse y borrarla. En la carta daba muchos rodeos, te hablaba sobre una explanada condenadamente lisa que no tiene fin y sobre nosotros dos en ella mirando todo eso que hemos construido estos meses. Te hablaba sobre mis dudas y sobre mi plena confianza en ti pero en realidad, lo que quería decirte en esa carta, lo que necesito preguntarte en esta carta es lo siguiente:

¿me querrás aunque dude? ¿me querrás cansada? ¿me querrás enrevesada y difícil? ¿me querrás vulnerable? ¿me querrás si un día te digo que no puedo, aunque quizás no sea cierto? ¿me querrás con todo?

Si me dices que sí entonces nos vamos hasta el final, hasta el final donde empieza todo, donde todo se coloca y se construye. Si me dices que sí seré capaz de cogerte sobre mis hombros y llevarte hasta ese lugar, si me dices que sí haré cualquier cosa por mantener la tensión que nos sujeta porque si me dices que sí no tendré miedo y ya sabes que esto funciona cuando no tenemos miedo.

Por favor, dime que sí

Por favor, dime que sí

 

 

7 de Abril 22:38

Alberto:

Ayer te quería escribir. Hoy te quería escribir. Me gustan las sílabas e/i son como las consonantes de las vocales, son como disonantes.

Te estoy escribiendo muy contento ¿ves? la E es como que suena más dentro de «contento».

Te escribo porque quiero, porque ha empezado una etapa muy buena, porque ya no hay marcha atrás.

Quizás sea el sol, sólo quiero bailar. Bailar con las tripas (de repente hay muchas ¿ies? ) Hoy has hecho que mi estómago baile y se mueva en un espacio tridimensional (i i e i o a), la i también me gusta. Hoy he descubierto un Alberto nuevo y como no junto a ti.  Hemos pintado, hemos usado azul y rojo.

Deseo que esta etapa sea tan productiva y reconfortante para ti como espero que lo sea para mí. Puede sonar egoísta pero creo que está siendo un momento muy bonito.

Gracias por viajar conmigo día a día.

Quiero que nos vayamos al campo.

28 de Marzo 21:40

Clara:

Alberto, llevo dos días queriendo escribirte muchas cosas y ahora lo tengo todo amontonado en la cabeza y no se me ocurre nada. Me he dormido una siesta larga, necesaria y placentera en salón, como las que se tienen en verano y he soñado mucho contigo. Más bien he soñado muchas cosas y tú estabas siempre presente aunque nada de lo que ocurría tenía que ver contigo excepto que durante un rato bailábamos en la Plaza de la Escuelas Pías.

Ayer, con los nervios y todos esos ojos de fuera, mientras hacíamos nuestra preparación, yo estaba buscando dónde agarrarme para estar en el presente y no estar en el juicio. Estaba buscando y buscando dentro de mí: Venga, Clara, dónde está eso? Dónde está hoy eso? Y no encontraba nada, estaba ya un poco preocupada. Entonces paramos poco a poco de saltar y soltar y alcé la vista (siempre tengo que alzar más la vista para mirarte a los ojos) y me dije que había sido muy tonta buscando dentro de mí cuando lo que realmente me ata al presente eres tú. Me concentré mucho en tus ojos y pensé que no me había dado cuenta aún de que son un poco verdes, o al menos yo ayer los vi así, y muy profundos.

Alberto, tengo ganas de irme de esta ciudad unos días y vaciarme un poco de todo. También de este trabajo nuestro, porque, como buena obsesiva que soy, no paro de darle vueltas y vueltas y vueltas. Quiero vaciarme para poder volver y seguir llenando.

Aunque, si te digo la verdad,

quiero escribirte una carta frente al mar

quiero escribirte una carta frente al mar

 

Pd: deseo bailar como este hombre. En serio.

 

 

21 de Marzo 14:04

Clara:

Querido Alberto,

estoy tan cansada hoy y tan llena de dudas… Hoy empieza la primavera y hace un día gris digno de un invierno gélido. Mi casa está patas arriba y es como una extensión de mí, toda llena de cosas que sobran. Porque me sobran las dudas y la inseguridad. Hoy no me siento fuerte como cuando te cojo y te desplazo hacia otro lugar. Hoy me gustaría que sorportases tú mi peso y yo me dejara como muerta, los brazos colgando, y ese dolor placentero de cuando los músculos se relajan después de haber estado muy contraídos.

Hoy no me apetece bailar.

Hoy me apetece que nos tumbemos en el suelo, y cantemos una canción, una canción tonta sin ganas, que la cantemos como tirándola a cualquier lado. Hoy me apetece andar por ahí sin importancia, mirar sin importancia, estar sin importancia.

Sé que hoy tu también estás cansado. Sé que hoy tampoco tienes muchas ganas. ¿Qué hacemos los dos sin ganas? ¿Cómo compartimos el cansancio? ¿Cómo quitarme esto que me sobra sin echártelo encima a ti, todo a ti?

Quiero cantarte una canción sin importancia.

Quiero cantarte una canción sin importancia.

 

 

 

17 de Marzo 21:10

Alberto

Acabo de llegar… aunque tengo la sensación de que todavía sigo allí. Me he encendido un cigarro y he puesto música. Ahora mismo solo quiero bailar. Quiero saltar, saltar, saltar, saltar y soltar. Necesitaba escribirte todo el rato y escribo y no se me ocurre qué escribirte. Necesito saltar, necesito tirar, tirar hasta que mis músculos no puedan más. Tirar hasta que se me abra la boca y la garganta y eche todo el aire que me queda dentro.

Fumar. Correr y gritar. 

Quizás sea porque siento que si me fuera a caer no pasaría nada, todo está bien. Correr con un objetivo, siempre me dio un poco de ansiedad correr por correr.

Sigo fumando, no quiero que este cigarro se termine. Debería dejar de fumar.

No se…todo está bien.

Te mando millones de besos.

Deseando verte.

 

15 de Marzo 22:49

Alberto

Pienso tantas cosas… No se.

Pienso en el deseo común, es curioso pero siempre hablamos de deseo, de tu deseo, del mío, del nuestro… pero me encanta que sea un deseo secreto…o no. Deseo, desear. Me encanta que no haya ninguna letra explosiva. Dilo conmigo: D…e…s…e…o

deseo.

(Del lat. desidĭum). Del verbo desear.

1. m. Movimiento afectivo hacia algo que se apetece.

2. m. Acción y efecto de desear.

3. m. Objeto de deseo.

4. m. Impulso, excitación venérea.

PD: Que guapo es José Gonzalez

 

15 de Marzo

Clara: 

Quiero confesarte una cosa:

Ese día, en el verano de 2014, cuando viniste a comer, yo estaba nerviosa. Y recuerdo que me pregunté por qué era que estaba así. Supongo que es una cosa de querer cumplir expectativas y de querer trabajar contigo y charlar contigo y que todo fuera bien. Después, cuando llegaste, sentí que tu también lo estabas, y pensé que quizás esto podría funcionar.

Ahora, cuando estamos juntos, cuando me vuelvo dominante y sólo pienso en mi deseo o cuando decido sólo estar para facilitar el tuyo, ya no me acuerdo de esa Clara y de ese Alberto que hablaban del sistema nervioso en mi cocina, ni de los nervios, ni de las expectativas. En realidad ahora, cuando dejo mi peso para que tu lo sostengas, sólo pienso en si puedo un poquito más. Si puedo dejarme aún más, lanzarme con más fuerza, ser un poco más valiente.

Me gusta cuando nos peleamos. Me gusta que siempre todo acaba en pelea. Y quizás todo esto sí tenga que ver con el sistema nervioso y sus estímulos, con nuestros nervios y con nuestras ganas. Sobretodo eso. Nuestras ganas.

Quiero que hagas lo que te apetezca.

Quiero que hagas lo que te apetezca.

PD: vamos a sentarnos juntos, otra vez.

 

Alberto:

Recuerdo el verano de 2014 sentados en tu cocina. Habíamos comido filetes de pollo empanados y una ensalada, ahí sonó Yatton de Beak. Queríamos hacer algo, ese «vamos a hacer algo» que muchas veces no llega a nada. Queríamos investigar sobre el funcionamiento del sistema nervioso y los estímulos. No se de qué manera hemos llegado aquí y ahora, no lo se y en realidad no quiero saberlo. Construímos hacia delante, recordar es un presente contínuo.

Me gusta soportar tu peso, me gusta esperar a que suceda algo, ese algo que nos pueda sorprender. Me encanta sentir que puedes conmigo, con mi peso y mi no peso. Me gusta respetarte y esperarte.

De nuevo sonó Yatton de Beak y Love me tender.

No vamos a tener miedo. 

Me gustaría que este verano volviéramos a sentarnos juntos.

 

 

 

 

Ensayo 3 Marzo.

Clara: 
Me pregunto cuánto tengo que tirar para sujetar tu peso lo suficiente para que no te caigas, ni me caiga yo y podamos seguir manteniendo la tensión que nos sujeta.
Estoy alerta para saber qué es lo que vas a hacer e intento llevar mi centro hacia la dirección opuesta a ti para sostenernos. A veces tengo que ceder, a veces tengo que abandonar mi deseo para que tu tengas el tuyo. A veces decido no ceder y apostar por mi deseo y entonces tu cedes. Y me pregunto en qué momento te has dado cuenta de lo que yo voy a hacer, me pregunto cuántos milisegundos hacen falta para que uno u otro lo escuche y entonces ceda. Si no cedemos esto se rompe, si no cedemos esto se para, se cae, se colapsa.
No queremos que se rompa. Tenemos el objetivo, consciente o no, de que se sostenga, de sostenernos. Quizá podamos decidir, algún día, no ceder. Y ver qué ocurre, ver si es real la fantasía de la ruptura y la catástrofe.
Me gusta cuanto te sostengo, me gusta casi más que que tu me sostengas a mí. Me siento fuerte. Me siento más fuerte que nunca y eso me gusta.
Esto funciona cuando no tenemos miedo.
No quiero que tengamos miedo.
No quiero que tengamos miedo.

3 respuestas a Alberto y Clara

  1. Ana dijo:

    Holaa niños!!!:) quiero aportar que estoy enamorada de estas cartas que están escribiendo y que nos hagan participe de todo lo que surge y ocurre como ojos externos y a la vez de alguna manera internos. Quiero aportar que siempre me han encantado las cartas, que cuando llegue a madrid le mandaba cartas por correo a mi padre y que cuando deje de estar con mi primer amor le escribí cartas durante dos años que nunca le di. Esto que confieso no se porque lo confieso, simplemente leyendo me resuenan cosas muy bellas. Que bueno que la danza, el movimiento, la creación, el arte no se quede solo ahí sino que sea un modo de vida una manera de observar y estar en el mundo 24 horas con nosotros mismos. Ojala que el mundo no deje de escribir cartas.

    Ahora me observo y pienso y pido. Me siento perdida con REMIX, frustrada siento que a veces lo hago con la expectativa de sorprender y empiezo a hacer cosas que no soy yo. Necesito ojos externos en los ensayos individuales.

    No se si se podía escribir o intervenir o yo que se, simplemente gracias por las cartas y ……..
    jack johnson me canta al oido y es genial su voz…

  2. Guapa, acabamos de ver tu comentario! Sí, escribir cartas es muy bonito. Yo confieso que esto me está enganchando. Por supuesto que seremos ojos externos de tu REMIX cuando quieras, sólo pídenoslo y quedamos un día a una hora..y ya está. Gracias. Beso grande. Clara y Alberto.

  3. Ayer encontré este poema en el metro y pensé en ustedes…

    Dos cuerpos

    Dos cuerpos frente a frente
    son a veces dos olas
    y la noche es oceano

    Dos cuerpos frente a frente
    son a veces dos piedras
    y la noche desierto

    Dos cuerpos frente a frente
    son a veces dos raices
    en la noche enlazadas

    Dos cuerpos frente a frente
    son a veces navajas
    y la noche relampago

    Dos cuerpos frente a frente
    son dos astros que caen en un cielo vacio.

    Octavio Paz

Deja un comentario